"odf///office:document-content[0]/office:body[0]/office:text[0]/text:p[0]/text:span[0]" = "Póster"; "odf///office:document-content[0]/office:body[0]/office:text[0]/text:p[2]" = "Fecha"; "odf///office:document-content[0]/office:body[0]/office:text[0]/text:p[4]" = "Evaluación del estado de intoxicación del organismo"; "odf///office:document-content[0]/office:body[0]/office:text[0]/text:p[8]/text:span[0]" = "Cupones"; "odf///office:document-content[0]/office:body[0]/office:text[0]/text:p[10]" = "Purifica su organismo"; "odf///office:document-content[0]/office:body[0]/office:text[0]/text:p[12]" = "Evaluación del estado de intoxicación del organismo"; "odf///office:document-content[0]/office:body[0]/office:text[0]/text:p[13]/text:span[0]" = "A lo largo de nuestra vida, estamos expuestos a dos tipos de intoxicación. Una es la intoxicación, la producción de toxinas por el organismo. Las células de nuestro cuerpo nacen, viven (produciendo residuos) y mueren. Ni que decir tiene que el cuerpo produce sustancias de desecho que hay que eliminar. La otra es la intoxicación, es decir, las toxinas con las que entramos en contacto procedentes del entorno exterior. El aire, los alimentos, los medicamentos, la contaminación. También en este caso, el cuerpo se dedica a la eliminación continua de toxinas. La propia comida a nivel bioquímico tiene sustancias que son útiles y otras que deben eliminarse. Un ejemplo son las proteínas, cuyo producto de desecho es la producción de ácido úrico. Por tanto, el organismo tiene que hacer frente tanto a las toxinas que produce como a aquellas con las que entra en contacto o introduce en su organismo. "; "odf///office:document-content[0]/office:body[0]/office:text[0]/text:p[14]/text:span[0]" = "Cita, fecha, horaÁrea física";